martes, 12 de agosto de 2008

Lo que el ocio puede hacer


Porque siempre hay algo que aprender. No hay nada que se le escape al ser humano, piensa en todo para que el hombre no se aburra ni en los momentos de holganza.
Nunca pensé que tendría que esperar mi descanso en el trabajo para poder conocer “las maravillas de mi celular”.
Bien dicen que no hay nada mejor que el reposo después de haber almorzado, sobre todo un rico lomo saltado. En eso me disponía, recostada en el tronco de un árbol mirando el atardecer de una tarde de invierno y escuchando música para relajarme, cuando en eso por casualidades de la vida se me cae el celular y se abre la cubierta del lente de la cámara.
En ese momento empecé a fotografiar todo lo que estaba a mi vista y hasta le tome fotos en todos los angulos a la paloma que se encontraba por ahí. Fue que comencé a descubrir muchas técnicas fotográficas y me despertó la pasión por seguir probando y conocer cada una de las propiedades creativas de mi cámara.

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